Esta noticia que aquí traduzco nos ofrece un ejemplo más de cómo la crisis está siendo inmisericorde con los servicios públicos y, en particular, con las bibliotecas. La cuestión es cómo lograr que la recesión económica afecte lo menos posible a los servicios bibliotecarios.
En Santa Cruz (California, Estados Unidos), el lunes 5 de enero, los directores de las bibliotecas han decidido reducir el presupuesto, cerrando todas las sucursales los viernes y poniendo algunas tasas, en un momento en que están luchando contra un presupuesto de 625000 dólares, sobre un sistema con un presupuesto de 13 millones de dólares.
Mike Rotkin, concejal de Santa Cruz y miembro de la junta bibliotecaria, cree que era necesario tomar decisiones y que las medidas tomadas son las menos dolorosas de las diversas alternativas.
Los recortes en los horarios de apertura (todo el viernes) parecen ser también consecuencia de que los voluntarios están haciendo todo lo posible para que, por ejemplo, los museos de la ciudad permanezcan abiertos. Y las bibliotecas están siendo las principales afectadas. Así mismo, en la cercana localidad de Watsonville, las bibliotecas han sido cerradas durante dos semanas durante las vacaciones, con el objeto de ahorrar dinero.
El sistema bibliotecario de la ciudad y del condado se está viendo afectado, como consecuencia del descenso experimentado en el monto total de los impuestos recaudados sobre ventas y sobre la propiedad. Ambas tasas constituyen el grueso de los 13 millones de dólares del presupuesto del sistema bibliotecario.
Aunque el pasado año los residentes del condado votaron que se mantuviese una medida de pago del 25% del impuesto sobre ventas para financiar las bibliotecas, el impuesto no trae ningún nuevo ingreso y las bibliotecas sufren un duro golpe como consecuencia del descenso en caída libre de las tasas sobre ventas, afirma la directora interina Susan Elgin.
Así que el lunes los miembros de la Junta acordaron:
-Cerrar todas las sucursales los viernes, el día de la semana con menor afluencia.
-Incrementar los impuestos del alquiler de espacios y de la vigilancia de exámenes.
-Recortar el presupuesto, al menos, en 200000 dólares.
Elgin dijo que ella odia recortar servicios durante una recesión económica, ya que es cuando tradicionalmente se incrementa la demanda de residentes buscando trabajo y ahorrando dinero mediante el préstamo de libros.
Sin embargo, “tenemos la responsabilidad de no gastar más de lo asignado”, dijo Elgin.
Steven Bradley, ciudadano de 50 años, de Santa Cruz, afirmaba que los cierres le afectarían en su habitual horario, ya que el pasa todos los días por la biblioteca central para leer y buscar posibles trabajos.
“El ordenador está disponible y es un lugar tranquilo”, afirmaba Bradley.
Elgin dijo que el personal probablemente reprograme “Munching with Mozart”, los populares ciclos de conciertos música clásica, a la hora del mediodía, que hasta ahora tenían lugar el primer viernes de cada mes.
Pero la anterior directora de biblioteca Anne Turner, que escribió el informe de personal para la reunión del lunes antes de dimitir el pasado mes, anunció en su informe que las cosas podrían ser peores. A pesar de las malas noticias económicas, ella hizo hincapié en la importancia de mantener todas las bibliotecas abiertas.
Elgin reafirmó este compromiso el viernes.
“Somos un sistema y no vamos a suprimir una sucursal por otra”, dijo Elgin, haciendo saber también el dolor que compartía por la propuesta del lunes.
Nota1: la noticia original pertenece al diario digital “Mercury News, Central Coast”. He llegado a ella a través de LISNews.
En Santa Cruz (California, Estados Unidos), el lunes 5 de enero, los directores de las bibliotecas han decidido reducir el presupuesto, cerrando todas las sucursales los viernes y poniendo algunas tasas, en un momento en que están luchando contra un presupuesto de 625000 dólares, sobre un sistema con un presupuesto de 13 millones de dólares.
Mike Rotkin, concejal de Santa Cruz y miembro de la junta bibliotecaria, cree que era necesario tomar decisiones y que las medidas tomadas son las menos dolorosas de las diversas alternativas.
Los recortes en los horarios de apertura (todo el viernes) parecen ser también consecuencia de que los voluntarios están haciendo todo lo posible para que, por ejemplo, los museos de la ciudad permanezcan abiertos. Y las bibliotecas están siendo las principales afectadas. Así mismo, en la cercana localidad de Watsonville, las bibliotecas han sido cerradas durante dos semanas durante las vacaciones, con el objeto de ahorrar dinero.
El sistema bibliotecario de la ciudad y del condado se está viendo afectado, como consecuencia del descenso experimentado en el monto total de los impuestos recaudados sobre ventas y sobre la propiedad. Ambas tasas constituyen el grueso de los 13 millones de dólares del presupuesto del sistema bibliotecario.
Aunque el pasado año los residentes del condado votaron que se mantuviese una medida de pago del 25% del impuesto sobre ventas para financiar las bibliotecas, el impuesto no trae ningún nuevo ingreso y las bibliotecas sufren un duro golpe como consecuencia del descenso en caída libre de las tasas sobre ventas, afirma la directora interina Susan Elgin.
Así que el lunes los miembros de la Junta acordaron:
-Cerrar todas las sucursales los viernes, el día de la semana con menor afluencia.
-Incrementar los impuestos del alquiler de espacios y de la vigilancia de exámenes.
-Recortar el presupuesto, al menos, en 200000 dólares.
Elgin dijo que ella odia recortar servicios durante una recesión económica, ya que es cuando tradicionalmente se incrementa la demanda de residentes buscando trabajo y ahorrando dinero mediante el préstamo de libros.
Sin embargo, “tenemos la responsabilidad de no gastar más de lo asignado”, dijo Elgin.
Steven Bradley, ciudadano de 50 años, de Santa Cruz, afirmaba que los cierres le afectarían en su habitual horario, ya que el pasa todos los días por la biblioteca central para leer y buscar posibles trabajos.
“El ordenador está disponible y es un lugar tranquilo”, afirmaba Bradley.
Elgin dijo que el personal probablemente reprograme “Munching with Mozart”, los populares ciclos de conciertos música clásica, a la hora del mediodía, que hasta ahora tenían lugar el primer viernes de cada mes.
Pero la anterior directora de biblioteca Anne Turner, que escribió el informe de personal para la reunión del lunes antes de dimitir el pasado mes, anunció en su informe que las cosas podrían ser peores. A pesar de las malas noticias económicas, ella hizo hincapié en la importancia de mantener todas las bibliotecas abiertas.
Elgin reafirmó este compromiso el viernes.
“Somos un sistema y no vamos a suprimir una sucursal por otra”, dijo Elgin, haciendo saber también el dolor que compartía por la propuesta del lunes.
Nota1: la noticia original pertenece al diario digital “Mercury News, Central Coast”. He llegado a ella a través de LISNews.
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