Este resumen pertenece al espacio “La Bolsa y la Vida” de 13 de diciembre.
En él se trató la relación existente entre el tipo de interés (establecido por los bancos) y el euríbor.
En diferentes momentos, hay bancos que necesitan dinero y otros que pueden prestarlo. Para conciliar esta demanda y esta oferta, existe el mercado interbancario, en el que las entidades financieras solucionan sus problemas de liquidez. También el BCE suele prestar dinero a los bancos, aunque sólo a corto plazo.
El tipo de interés de este mercado interbancario se fija en función de la oferta y la demanda existentes, considerando también el tipo de interés de referencia que marca el BCE (al que presta su dinero) y la longitud del período por el que se presta el capital.
Así es como se establece el Euríbor. Según el plazo al que se presta el dinero, hay un Euribor mensual, a dos meses, a tres meses, etc., aunque el más conocido es el Euríbor anual, ya que es el que se utiliza en la renovación de los créditos hipotecarios. Cuanto más amplio sea el plazo del préstamo, mayor será el Euríbor.
Hasta aquí todo tiene su lógica. Cuando nos solemos perder es cuando los bancos añaden el diferencial, que hace que las diferencias entre el tipo de interés pagado por los ciudadanos y el tipo de interés de referencia.
Dichas diferencias se justifican pero es muy discutible la gran diferencia existente. Nos encontramos con un tipo de interés de referencia del 2,5%, un euríbor del 3,70% (ahora ya por debajo del 3%) y el tipo de interés que pagan los ciudadanos del 7%. Esto sólo puede encontrar su explicación en la enorme avaricia de los bancos. El propio gobernador del BCE, Jean-Claude Trichet, ha dicho que existe una gran distorsión entre el tipo de interés de referencia y el euríbor.
Mucho más coherente es la mecánica de las Letras del Tesoro, que han ido bajando su tipo de interés según el BCE desciende su tipo de interés.
También sorprende cómo, compartiendo la misma moneda, los países europeos tienen muy diversas condiciones crediticias, así como diferentes tipos de interés aplicados a las Letras y Bonos del Tesoro. Tendría que haber una mayor coherencia en estos ámbitos a nivel de la Unión Europea.
Por otro lado, los jefes de gobierno de la UE llegaron al acuerdo de utilizar 200000 millones de euros para bajar los impuestos, ayudar a los ciudadanos, a las PYMES y a los sectores más desfavorecidos. Pero da la impresión de que se está llegando a consensos de cara a la galería, habiendo algunos países que no están realmente en esa sintonía.
Además, Paco Álvarez señala la necesidad de que se cumplan los compromisos adquiridos en medio ambiente y cambio climático. Normalmente, en tiempos de crisis se suelen olvidar estas medidas. Y ha de tenerse en cuenta que el modelo económico responsable de la crisis también es responsable del deterioro del medio ambiente.
A continuación, se trata la necesidad de que los gobiernos expliquen qué mecanismos se van a utilizar para hacer llegar las ayudas económicas a sectores económicos especialmente afectados como el del automóvil. Sería muy oportuno que hubiese alguna institución gubernamental que se encargara de vigilar dicho proceso, verificando que el dinero está llegando allí donde se requiere y no haya irregularidades.
Se terminó enunciando el artículo 28 de la Declaración de los Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta declaración se hagan plenamente efectivos”. Esto nos plantea: ¿Cuánto papel mojado hay firmado? ¿A qué esperan los gobiernos para hacer realidad una Declaración acordada hace más de 60 años?
Un saludo cordial.
Nota1: podéis acceder a la grabación del espacio en el apartado “Emisiones anteriores” de la bitácora de Paco Álvarez y en la página de “No es un día cualquiera”.
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