martes, 28 de febrero de 2012

Alan Lomax, memoria del pueblo

Hay vidas que merecen ser contadas, personas que calladamente realizan una labor inconmensurable, que legan un tesoro al conjunto de la humanidad. Ese es el caso de Alan Lomax (1915-2002, Austin, Estados Unidos), músico, escritor y hombre de espíritu renacentista que recorrió el mundo entero grabando las canciones y el folclore del pueblo y, de paso, devolvió la dignidad al mundo rural. 

Su vida debió ser apasionante. Muestra de ello es la curiosa peripecia de haber sido investigado por la CIA. La causa: confraternizar y ser amistoso con la población negra durante sus viajes por el sur de Estados Unidos recogiendo testimonios del folclore local. Y eso que se trataba de un trabajo que hacía para la Biblioteca del Congreso. También fue espiado por el MI6 británico durante sus viajes de trabajo por Europa.

Todo su trabajo se ha visto recompensado gracias a la asociación inspirada en él, la Association for Cultural Equity, que ha recopilado todo su archivo de Grabaciones de audio,Vídeos, Fotografías, y otros interesantes materiales en la página web www.culturalequity.org.  

Especialmente interesantes para nosotros son los registros sonoros y las fotos realizadas en sus viajes por España durante 1952-1953, por casi toda la geografía de nuestro país.

Recordad esta dirección: www.culturalequity.org. En ella, encontraréis un material de extraordinario valor para la antropología y el folclore, imprescindible en el catálogo de cualquier biblioteca. En definitiva, de enorme interés humano, también para el público general.

Además, en el programa del Ojo Crítico de RNE tenéis un audio con una extensa reseña del tema que aquí os comento, concretamente en los últimos 15 minutos : http://www.rtve.es/alacarta/audios/el-ojo-critico/ojo-critico---22-02-12/1330103/                                                                                                                                   








lunes, 27 de febrero de 2012

De vuelta al blog

Siempre me había preguntado que hacía que un blog quedara inerte de un día para otro. La respuesta no era tan complicada y la he comprobado en mis propias carnes. 

La respuesta es muy sencilla: hay momentos en los que la vida no nos deja tiempo, hay asuntos más prioritarios, se pierde el interés o, simplemente, no fluyen las ideas.

En mi caso, quizá ha sido un poco de cada cosa. No dejé ninguna nota sobre mi inactividad en el blog porque pensé que a la semana siguiente volvería a publicar una entrada,..., así una semana tras otra hasta hoy, casi ocho meses después de mi última publicación. Os pido disculpas a tod@s aquell@s que, de una manera u otra, os habéis seguido interesando por mi blog.

Muy pronto llegará mi próxima entrada. Muchas gracias a tod@s. Saludos.