sábado, 27 de junio de 2009

El Servicio de Información a la Comunidad (SIC)

El SIC surge hacia 1970 en países del ámbito anglosajón principalmente (Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Australia, países escandinavos). En ellos, la administración de información sobre la comunidad es una tarea tradicional de la B.P (2). Los propósitos de este servicio: integrar a la biblioteca en la comunidad, ayudar a los ciudadanos en la resolución de los problemas cotidianos, favorecer la democracia participativa, en fin, mejorar la calidad de vida.

Autores como Karen E. Pettigrew o Joan C. Durrance dividen la información proporcionada por el SIC en dos categorías:

-Información “de supervivencia” y para la integración social: temas de vivienda, protección legal, derechos políticos, transportes, servicios de cuidados infantiles, salud, etc.
-Información local: actividades culturales, personalidades del municipio, etc.

Todo ello conlleva la creación de bases de datos locales (con entidades, equipamientos, servicios locales, etc.), como www.croyndononline.org. Tan habitual es encontrar esta información en las B.P., que empresas dedicadas a SIGB desarrollan módulos específicos de información ciudadana multimedia.

El SIC tiene objetivos tan ambiciosos como el fomento del comercio y la industria local, la creación de plataformas educativas locales, fomentar la vida política, etc. En estas circunstancias, la B.P. no puede limitarse a ofrecer información textual, sino también información factual (datos sobre actividades e indicadores del municipio), información bibliográfica e información administrativa (de las actividades del ayuntamiento: PGOU, presupuestos municipales, ordenanzas, etc., así como información de entes locales: partidos políticos, sindicatos, ONG´s).

El SIC en nuestro país:

En España, los servicios de información se han organizado sectorialmente (juventud, turismo, empleo, etc.), sin que actúen de forma coordinada. Desde algunos años, diversos ayuntamientos han mostrado interés por crear oficinas integrales de información al ciudadano. Pero, en estas iniciativas, ni se ha contemplado a la B.P. como un centro más de información local.

La escasa implantación del SIC se debe a tres causas:

-Falta de definición y planificación del servicio de B.P. en el ámbito municipal.
-La inexistencia casi total del trabajo en red de las B.P., mediante consorcios regionales, e interactuando con todo tipo de bibliotecas.
-Apenas hay diferenciación entre las tipologías de bibliotecas de un mismo municipio.

La B.P. ha de participar en el proceso de producción y difusión de información en el ámbito municipal, en la medida de sus posibilidades, no sólo ofreciendo recursos externos, sino también generando contenidos propios.
A continuación, se muestran diversos casos prácticos, agrupados en tres ámbitos:

1. Fomento del uso de la información local.

-Facilitar información administrativa (plenos municipales, boletines oficiales, trámites, instancias, etc.)Red de Ciudadanos de Valenciennes (www.ville-valenciennes.fr); Biblioteca Central de Terrassa (www.terrassa.org/bctxarxa); etc.

-Bases de datos con información de la localidad: caso de “portal Cat365”, portal unificado que permite a los ciudadanos gestionar los servicios de todas las administraciones (www.cat365.net)

-Bases de datos de otras entidades y servicios de información del municipio, como ofrece la Red de Ciudadanos de Valenciennes.


2. Coordinación y asesoramiento del proceso de producción/distribución de la información.

-Participación en el diseño de servicios de información sectoriales (turismo, juventud, etc.). Es el caso de “Turisme i, iniciativa en los municipios de la provincia de barcelona que pretende la mejora de la oferta informativa de los usuarios y, asimismo, colaborar en la identificación de la B.P. como servicio de información local.

-Colaboración con instituciones para la elaboración de información sectorial. Ejemplo de ello son las B.P. de Nueva Escocia (Canadá), que elaboran portales web de temas sanitarios y ofrecen vínculos de información de calidad relacionada con la salud.

-Participación en proyectos de creación de redes documentales municipales. Muchas asociaciones disponen de colecciones documentales de gran valor, de carácter especializado (por ejemplo, medio ambiente). La administración debe favorecer que estas colecciones se pongan a disposición de los ciudadanos mediante catálogos accesibles vía Internet, ya que estos recursos complementan adecuadamente los materiales documentales de las B.P. La B.P. puede asumir un papel de coordinación, y las asociaciones deben tener una persona responsable de la política de la colección.

-Participación en redes educativas municipales (fomentar la formación, ámbito estratégico esencial).
“Bibilioteca y escuela”, programa del Servicio de Bibliotecas de la Diputación de Barcelona, para fomentar la colaboración entre las B.P. y las bibliotecas escolares.
Otro ejemplo es la “Multonomah County Library” (www.multcolib.org), que ofrece recursos de formación para la búsqueda de empleo.

-Participación en la administración abierta (e-government), caso de la “Baltimore County library”, ofreciendo información política, calendarios de elecciones, etc.


3. Producción de información (representa el máximo nivel de implicación de la biblioteca).

-Elaboración de portales temáticos (medio ambiente, negocio y comercio, etc.) Caso del web de la Biblioteca de Edimburgo (Escocia) (www.edinburgh.gov.uk.)
Es habitual en las bibliotecas de Estados Unidos y Escandinavia la producción de información económica, caso de la B.P. de Los Ángeles, que tiene un servicio de información empresarial vía web.

-Elaboración de portales para grupos específicos de edad o interés
Es el caso de la Biblioteca Pública de Valladolid, con recursos web para los jóvenes, relación de actividades de la ciudad, etc.
Otro ejemplo es la “Cable Book Library” de Helsinki (www. kirjakaapeli.lib.hel.fi), que proporciona servicios virtuales interactivos para los jóvenes.
O la Biblioteca Wilton (www.wiltonlibrary.org) , en Estados Unidos, con portal web dedicado a las necesidades de la tercera edad, y los recursos que les ofrece el municipio.

Así mismo, hay servicios de información específicos para inmigrantes como:
-La Biblioteca de Danbury (www.danburylibrary.org), con servicio específico para inmigrantes en español y portugués, y propone recursos para el aprendizaje de inglés.
-La Helsinki City Library, igual que el caso anterior, pero en finlandés, sueco e inglés. En el diseño del portal, junto con la biblioteca, colaboran la oficina de inmigración y las sociedades dedicadas a inmigración e interculturalidad. Una parte del portal es mantenido por los usuarios con sus aportaciones.

-Elaboración de bases de dato textuales.
En concreto referido a prensa local-regional y legislación (local, autonómica y estatal). Este servicio lo ofrece la Biblioteca Pública de Tarragona, destacando el acceso a la prensa digital de la ciudad de Tarragona y comarca.

-Ordenación de recursos electrónicos de personajes de la historia local.
-Elaboración de bases de datos de fotografías históricas.

-Ediciones de guías temáticas. Boletines de noticias y novedades (enriquecidos con comentarios y notas que faciliten su uso).


La B.P. ha de ser una ventana de información abierta a los ciudadanos, como indican las Pautas IFLA de 2001 sobre B.P. El SIC debe adaptarse a las necesidades particulares de cada localidad.
Se ha de tender hacia la especialización, y ciertos servicios habrán de centralizarse en su producción, para ser difundidos descentralizadamente a través de la red de bibliotecas. Para ello, será necesario una definición más clara del modelo de red local de bibliotecas, diferenciando funciones, servicios y colección, basándose en un trabajo en red en el ámbito municipal. Por otro lado, la biblioteca deberá convivir con otros equipamientos culturales en el mismo edificio (biblioteca junto a puntos de información juvenil, servicios de información turística, etc.), lo que, sin duda, facilitará la creación de los SIC de la biblioteca pública. Ni que decir tiene que las TIC allanan el camino de la B.P. como usuaria de la información local, y en el entorno digital, el bibliotecario recupera su rol tradicional vinculado a la selección, el tratamiento, la difusión y la evaluación de la información.

Nota1: esta entrada es un resumen del artículo de Ester Omella i Claparols: “Biblioteca pública y servicio de información a la comunidad: propuestas para una mayor integración” (2003).

Nota2: B.P. es abreviatura de biblioteca pública.

jueves, 11 de junio de 2009

Reflexiones sobre el arte perdido de la lectura en voz alta

Los estilos de vida y la manera de ver el mundo cambian, en buena medida, al paso que lo hacen la economía y la tecnología. Normalmente, no somos conscientes de estos cambios se producen, ni tampoco de las relevantes transformaciones que conllevan. Sólo cuando nos paramos un poco y echamos la vista atrás, nos percatamos de lo mucho que han variado las cosas. Artículos como el que aquí traduzco nos muestran esta realidad en el ámbito concreto de la lectura. No sólo es una cuestión de nostalgia. También, como afirma el autor, se pierden muchos elementos valiosos que es casi imposible que se recuperen, dado el ritmo de vida que llevamos en la actual sociedad. Desde luego, no está demás llamar la atención sobre estos aspectos. Os dejo con el artículo. Espero que os guste. Un saludo cordial.

"A veces, la mejor manera de comprender el presente es buscar en el pasado. Pensemos en los audio-libros. En estos días, un gran número de estadounidenses leen a través de grabaciones (escuchando en voz alta, así lo llamo yo). La tecnología para conseguir esto es diversa y está generalizada y, con ello, los lugares donde la gente puede escuchar audio-libros. Pero desde la perspectiva de un lector, por ejemplo, de principios del siglo XIX (por la época de Jane Austen) hay algo peculiar en torno a ello, algo incluso único.

En aquellos días, las familias y amigos alfabetizados leían en voz alta a sus convecinos de manera habitual. Los libros seguían siendo relativamente escasos y caros, y las cotidianos entretenimientos electrónicos que nosotros tenemos eran, por supuesto, inexistentes.

Si hubieses crecido escuchando a los adultos leyéndose en voz alta normalmente unos a otros, la idea de las personas solitarias del siglo XXI escuchando los libros a través de auriculares o de las radios de los coches sería desoladora. Parecería también que ellos estarían sólo preparados para escuchar los libros y no para leer en voz alta.

Esto es parte de un modelo. En vez de hacer la música en casa, nosotros escuchamos grabaciones de músicos profesionales. Cuando la gente habla de los libros que han escuchado, a menudo hablan de la calidad de los narradores, que normalmente son profesionales. La manera en que nosotros escuchamos los libros ha sido “desocializada”, sacada de contexto, teniendo la única virtud de ser extremadamente cómoda.

Pero escuchar en voz alta, lo cual tiene valor en sí mismo, no es igual que leer en voz alta. Ambas cosas necesitan de una buena dosis de atención. Así mismo, son un buen modo de aprender una cosa tan importante como son los ritmos del lenguaje. Pero una de las más básicas pruebas de comprensión se encuentra a la hora pedir a alguien que lea un libro en voz alta. Ello muestra más allá de si un lector entiende las palabras. Revela cuán dentro de las palabras es capaz de meterse el lector.

Leer en voz alta recupera la materialidad de las palabras. Leer con tus pulmones y tu diafragma, con tu lengua y tus labios, es muy diferente que leer con tus ojos solamente. El lenguaje se convierte en una parte del cuerpo, contiene una curiosa ternura, una cualidad casi erótica en esas escenas literarias de los siglos XVIII y XIX, donde un libro es libro es leído en compañía. Las palabras no son meras palabras. Son el aliento y la mente, quizá incluso el alma de la persona que está leyendo.

Nadie entiende mejor esto que Jane Austen. Uno de los últimos momentos cruciales de “Mansfield Park” llega cuando Henry Crawford toma un volumen de Shakespeare “que tenia aspecto de haber estado hace poco tiempo cerrado”, y comienza a leer en voz alta al joven Bertrams y a su prima, Fanny Price. Fanny descubre en la lectura de Crawford “ una variedad de excelencias más allá de lo que ella había encontrado. Y aún su capacidad de hacer cada parte “con igual belleza” es un signo claro para nosotros, si no totalmente para Fanny, de su superficialidad.

Yo leo en voz alta a mis aprendices de escritores y cuando los estudiantes me leen en voz alta, noto algo extraño. Ellos son inteligentes y cultos, y la mayoría tenían padres que les leían cuando eran niños. Pero cuando los estudiantes leen en voz alta, me doy cuenta de que intentan leer el significado de las palabras. Si el trabajo es de ellos, normalmente intentan leer la intención del escritor.

Es como si ellos estuviesen observando cómo las palabras representan bastante más que las palabras en sí mismas. Es como si se perdiese la voz interior de la prosa, la vida del lenguaje. En un principio, esto también se refleja en sus escritos.

En un campo, la poesía, la lectura en voz alta nunca ha muerto realmente. Tomo el nuevo libro de Robert Pinsky, “Placeres esenciales: una nueva antología de poemas para leer en voz alta”. Pero sospecho que no hay vuelta atrás. Puedes construir fácilmente el razonamiento de que la lectura en silencio es un producto rentable, un signo de la nueva prosperidad iniciada al comenzar el siglo XIX y abaratarse el precio de los libros. El mismo argumento puede aplicarse a escuchar libros en tu iPhone. Pero lo que yo te sugeriría es que nuestra idea de la lectura es incompleta, empobrecida, a menos de que también consigamos tiempo para leer en voz alta.

Nota1: enlace con el artículo de opinión original, aparecido el 16 de mayo en la versión en línea de “The New York Times”, escrito por Verlyn Klinkenborg.
Nota2: artículo encontrado gracias al portal LISNews.

martes, 2 de junio de 2009

Un gato con vocación bibliotecaria

Aquí os dejo con una historia amable, de esas que tan poco abundan y tanto nos hacen falta, más aún en estos tiempos. Espero que os guste. Un saludo cordial.
Fidel, un gato negro de 8 años, va a la Biblioteca de Deal (en Kent) casi todos los días mientras sus dueños están en el trabajo.

Pasa el día en su silla azul favorita, sólo sale del edificio cuando ve que sus dueños llegan a casa.
El personal dice que nunca ha intentado atraerlo con comida e, incluso, lo echaron al empezar a visitarlos pero él siempre volvía.

Heather Hilton, el director de distrito para la Biblioteca de Deal, declaró que “realmente parece que a Fidel le gusta venir aquí y es muy popular entre nuestros usuarios”.

Una portavoz del Concejo del Condado de Kent, que va a la biblioteca, dijo que Fidel era un usuario tan entusiasta que a veces llega antes que el personal y puede ser encontrado esperando en la puerta principal.

Fidel es un gato rescatado de la calle, al que sus dueños acogieron procedente de un hogar para animales tras ser encontrado abandonado en un edificio de la localidad de Deal.

Nota1: enlace a la noticia original de BBC News.
Nota2: artículo encontrado gracias al portal LISNews.