domingo, 6 de julio de 2008

"Sobre la Ira "(I). En Diálogos, de Séneca

-Se define la ira como una locura breve. La ira es un sentimiento sin control, que no poseemos, sino que nos posee y nos domina temporalmente.

-El hombre es el único ser que alberga el sentimiento de la ira. Existen muchas clases de ira, con diferentes intensidades.

-La ira, del mismo modo que el castigo, no son propios de la naturaleza del hombre. Ya que “el hombre ha nacido para la ayuda mutua, la ira para exterminio”.

La ira ha de extirparse porque no se puede gobernar y porque la razón sólo es poderosa si se mantiene alejada de los sentimientos. Por lo que la ira, como cualquier otro sentimiento, debe apartarse desde un principio con el objeto de que la razón sea quien gobierne nuestros actos.

Si la ira domina pero no concluye con el castigo es debido a que otro sentimiento (por ejemplo el miedo) lo ha contrarrestado. Aunque no habrá sido por efecto de la razón.


-En la mayoría de las ocasiones, dejarse guiar por la ira lleva a la perdición, tanto en la guerra con en otro ámbitos. Es proclive a la temeridad y no tiene en cuenta los factores externos.
El ser humano no ha de permitir que le dirijan los sentimientos ya que “cada uno juzga justo el sentimiento que ve en él”.

-No hay que odiar a los que yerran, ya que si no nos airearemos y odiaremos a nosotros mismos. No existe nadie que pueda absolverse a sí mismo.

-Séneca propone reconducir por el buen camino a los malhechores, en vez de castigarlos con ira. Sin embargo, a continuación, propone la aplicación del primitivo código romano, caracterizado por la severidad y la crueldad.


-Comparación con el médico que cura a un enfermo y
el castigo (con diferentes niveles de rigor, incluida la muerte) es el remedio, pero realizándolo por justicia, no por gusto y sin que medie la ira (que implicaría introducir los sentimientos en el veredicto tomado).

-La justicia que propone Séneca no tiene misericordia: “en ocasiones, la mejor clase de misericordia es dar la muerte”.

-Séneca piensa que la justicia curará los males de la sociedad. Para que la justicia sea ciega ha de carecer de ira.

-Se contrapone la ira a la razón: la primera es desigual e inconstante. Además no admite los errores en sus decisiones.
Sólo la segunda es impasible y equilibrada, portadora de la justicia, de la verdadera justicia.

-Para Séneca, la grandeza de espíritu está íntimamente vinculada con la bondad y la serenidad.

-Como podemos ver, las afirmaciones de Séneca están dominadas en buena parte por la contradicción, incluyendo la ortodoxia estoica que parece defender.

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