La llegada del libro electrónico no sólo va a representar una revolución en la imagen que teníamos de la lectura del libro. Parece que también va a suponer un cambio del modelo de enseñanza que hasta ahora existía en los colegios y en los institutos.
En principio, los libros electrónicos de texto pueden tener muchas potenciales ventajas sobre sus homólogos impresos: mucho menos peso sobre las espaldas de los chavales, mayor actualización de los contenidos, mayor adecuación de los mismos al entorno geográfico donde se enseña, adaptación al medio visual en el que viven los niños y jóvenes actuales, etc.
Es posible que se trate de una necesaria adaptación. Los tiempos que vivimos ya no son los mismos que los de hace 20 años. Pero si alguien piensa que el problema de la enseñanza en nuestro país se soluciona (al menos en buena parte) sustituyendo el libro de texto impreso por el libro electrónico, del mismo modo que sustituyendo el cuaderno y el bolígrafo por un ordenador portátil, creo que nos equivocamos de “pe a pa”.
Aparte de que la inmediatez de Google y los recursos de Internet en general hacen que los chavales se aparten de todo lo que signifique un mínimo esfuerzo (ya saben, “la cultura de copiar y pegar”). Porque ello no nos lleva siquiera a ser máquinas memorísticas (que al menos ejercita una parte tan importante de nuestro cerebro como la memoria), sino a ser unos malos copistas.
Y esto sólo se refiere a los problemas propios de la enseñanza. Porque si ya hablamos de los problemas de fondo que existen detrás del denominado “fracaso escolar”, es decir, desestructuración familiar, dejación de funciones por parte de muchos padres, en muchas ocasiones conversión de los colegios e institutos en algo parecido a “guarderías”, etc. Pero esto ya es otra historia. De la misma manera que creo que, si no hay dinero para contratar más profesores, no parece razonable que si lo haya para comprar miles de ordenadores portátiles. Porque si hay dinero, debiera gastarse en lo que realmente necesita el sistema educativo, más profesores que puedan atender a un menor número de alumnos, y así poder ofrecer una enseñanza de mayor calidad. Pero de esto también podremos hablar en otra ocasión. Os dejo con el artículo. Espero que os resulte interesante. Un saludo cordial.
"En el instituto Empire (Vail, Arizona) los estudiantes utilizan ordenadores proporcionados por el propio instituto para dar sus lecciones, hacer sus deberes y escuchar podcasts de las clases de ciencia de sus profesores.
Mientras, en el instituto Cienega, los estudiantes pueden registrarse con sus portátiles en las secciones digitales de varias clases de inglés, historia y ciencia.
Y por todo el distrito, la iniciativa “Más allá de los libros de texto” anima a los profesores a crear y compartir lecciones que incorporen sus propias presentaciones en Power Point, con vídeos y recursos de investigación que encuentran mediante el examen detenido de sitios de Internet fiables.
Los libros de texto no han sido desplazados todavía, pero muchos educadores dicen que no pasará mucho tiempo para que sean reemplazados por versiones digitales o suplantados totalmente por lecciones recopiladas de la riqueza de cursos gratuitos, juegos educativos, vídeos y presentaciones de la Web.
“Los chicos tienen diferentes intereses”, afirmó Sheryl R. Abshire, oficial de tecnología para sistema escolar del Calsieu Parish en Lago Charles, Los Ángeles. “Ellos son hábiles digitalmente. Realizan muchas tareas simultáneamente, trasladan y extrapolan. Y creen que el conocimiento es infinito”.
“Ellos no encajan con los libros de texto que son finitos, lineares y repetitivos”, prosiguió el Dr. Abshire. “Los profesores necesitan recursos digitales para encontrar estos documentos, esos blogs y esos wikis que se hallan detrás de los planes de estudio, color vainilla, de los libros de texto”.
En California, el gobernador Arnold Schwarzenegger anunció este verano una iniciativa que reemplazaría gratuitamente los libros de texto de matemáticas y ciencia de algunos institutos con versiones digitales de “recursos abiertos”.
Si California sigue el camino correcto, el gobernador espera que los libros de texto gratuitos podrían ahorrar millones de dólares al año.
Y dado que los estudiantes ya consiguen mucha información por Internet, iPods y los feeds de Twitter, los textos digitales les salvarán de cargar con “anticuados, pesados y caros libros”.
La iniciativa ha atraído una amplia atención, desde California hasta Texas, dominando el mercado nacional del libro de texto.
Muchos directores son entusiastas.
“En cinco años, creo que la mayoría de los estudiantes usarán libros de texto digitales”, dijo William M. Habermehl, responsable de los 500000 estudiantes de los colegios del Condado de Orange. “Pueden ser mejores que los libros de texto tradicionales”.
Los colegios que no realicen el cambio, afirmó el Sr. Habermehl, perderán el apoyo de sus comunidades.
“Seguimos anclados en el paradigma de 30 estudiantes por cada profesor, pero necesitamos salir de ese marco para tener a 200 ó 300 chicos tomando clases en línea, por la noche, 24 horas-7 días a la semana, cuando ellos quieran”.
“No creo que los estatutos sean la amenaza de los colegios del Condado de Orange”, dijo. “Lo que es una amenaza es el mundo digital -que alguien vaya a tomar excelentes cursos, de 200 dólares, de francés, de geometría impartidos por los mejores profesores del mundo”.
Pero el futuro digital no está completamente sobre la mayoría de las aulas. Por una razón, sigue existiendo una gran brecha digital. No todos los estudiantes tienen acceso a un ordenador, a un lector electrónico Kindle o a un smartphone, y sólo unos cuantos distritos son suficientemente ricos para proporcionarlos. Así que los libros de texto podrían aumentar la separación entre ricos y pobres.
“Un amplio sector de nuestros chicos no tienen ordenadores en casa, y sería demasiado costoso imprimir los libros digitales”, dijo Tim Ward, asistente del consejero de Educación de California para 24000 estudiantes del distrito estudiantil de Chaffey Joint Union, donde casi la mitad de los estudiantes pertenecen a familias con bajos ingresos.
Muchos educadores esperan que los libros digitales y los cursos en línea serán reducidos, quizá porque sean para quienes quieren estudiar una asignatura que no pueden encuadrarlas en el horario del instituto o para quienes necesitan unos cuantos créditos para graduarse.
Aunque las autoridades educativas de California están evaluando 20 textos de matemáticas y ciencias correspondientes a recursos abiertos para asegurarse de que los estándares académicos californianos son exigentes cuando se vayan a utilizar los textos, la llegada y rápida adopción no es probable.
“Quiero que los profesores tengan los mejores materiales disponibles, y con los libros de texto digitales veríamos las mejores lecciones impartidas por los profesores más dinámicos,” afirmó John A. Roch, responsables de los colegios de Carlsbad, California. “Sin embargo, no van a reemplarzar los libros de texto inmediatamente”.
Cuando ello ocurra, el ataque en línea -y la competición procedente de los materiales de recurso abierto- representará una amenaza real para los editores de los tradicionales libros de texto.
Pearson, la editorial estadounidense más importante, presenta cuatro textos en California, todos ellos ya disponibles en línea, así como los suplementos gratuitos a sus textos.
“Creemos que el mundo se está haciendo digital pero el jurado está pendiente de decir cómo dicho mundo se desenvolverá”, afirmó Wendy Spiegel, una portavoz de Pearson. “ Nosotros somos agnósticos, así que proporcionaremos material digital y material impreso y observaremos que es lo que quieren nuestros clientes”.
La mayoría de los textos digitales presentados para evaluación en California proceden de una organización sin ánimo de lucro, CK-12 Foundation, que desarrolla “flexbooks” que pueden ser adaptados para satisfacer los estándares estatales, y completados por los profesores. Su flexbook de física, basado en una web, compilación de contenido abierto, fue introducido en Virginia en Marzo.
“Lo bueno de nuestros flexbooks es que puedes hacer de ellos lo que quieras” afirmó Neeru Koshla, uno de los fundadores del grupo. “Puedes utilizarlos en línea, descargarlos en tu disco duro, personalizarlos, integrarlos en un vídeo. Cuando la gente consiga sobrepasar las barreras mentales, verá que no hay razón para pagar 100 dólares por un libro de texto, cuando puedes tener los contenidos que quieras gratuitamente”.
El movimiento de los materiales de recurso abierto va por el buen camino en la educación universitaria y puede ser acelerado por la propuesta del presidente Obama para invertir en la creación de cursos gratuitos en línea como parte de su impulso para mejorar las universidades comunitarias.
Por todo el mundo, cientos de universidades, incluidas MIT (Massachusets Institute of Technology) y la universidad del Petróleo y los minerales, del rey Fahd, en Arabia Saudí, utilizan y comparten cursos de recurso abierto.
Pero dada la economía, muchos educadores y expertos tecnológicos comparten que la revolución digital K-12 quizá llegue más tarde.
“Hay muchas compras paradas y se está considerando cuál es la decisión correcta”, afirmó Mark Schneiderman, director de política educativa federal en la Asociación de Software e Industria de la información. “Pero es algo que va a ocurrir”.
Por toda la atención que está recibiendo la iniciativa de California, los libros digitales son sólo el comienzo de la revolución en la tecnología educativa".
En principio, los libros electrónicos de texto pueden tener muchas potenciales ventajas sobre sus homólogos impresos: mucho menos peso sobre las espaldas de los chavales, mayor actualización de los contenidos, mayor adecuación de los mismos al entorno geográfico donde se enseña, adaptación al medio visual en el que viven los niños y jóvenes actuales, etc.
Es posible que se trate de una necesaria adaptación. Los tiempos que vivimos ya no son los mismos que los de hace 20 años. Pero si alguien piensa que el problema de la enseñanza en nuestro país se soluciona (al menos en buena parte) sustituyendo el libro de texto impreso por el libro electrónico, del mismo modo que sustituyendo el cuaderno y el bolígrafo por un ordenador portátil, creo que nos equivocamos de “pe a pa”.
Aparte de que la inmediatez de Google y los recursos de Internet en general hacen que los chavales se aparten de todo lo que signifique un mínimo esfuerzo (ya saben, “la cultura de copiar y pegar”). Porque ello no nos lleva siquiera a ser máquinas memorísticas (que al menos ejercita una parte tan importante de nuestro cerebro como la memoria), sino a ser unos malos copistas.
Y esto sólo se refiere a los problemas propios de la enseñanza. Porque si ya hablamos de los problemas de fondo que existen detrás del denominado “fracaso escolar”, es decir, desestructuración familiar, dejación de funciones por parte de muchos padres, en muchas ocasiones conversión de los colegios e institutos en algo parecido a “guarderías”, etc. Pero esto ya es otra historia. De la misma manera que creo que, si no hay dinero para contratar más profesores, no parece razonable que si lo haya para comprar miles de ordenadores portátiles. Porque si hay dinero, debiera gastarse en lo que realmente necesita el sistema educativo, más profesores que puedan atender a un menor número de alumnos, y así poder ofrecer una enseñanza de mayor calidad. Pero de esto también podremos hablar en otra ocasión. Os dejo con el artículo. Espero que os resulte interesante. Un saludo cordial.
"En el instituto Empire (Vail, Arizona) los estudiantes utilizan ordenadores proporcionados por el propio instituto para dar sus lecciones, hacer sus deberes y escuchar podcasts de las clases de ciencia de sus profesores.
Mientras, en el instituto Cienega, los estudiantes pueden registrarse con sus portátiles en las secciones digitales de varias clases de inglés, historia y ciencia.
Y por todo el distrito, la iniciativa “Más allá de los libros de texto” anima a los profesores a crear y compartir lecciones que incorporen sus propias presentaciones en Power Point, con vídeos y recursos de investigación que encuentran mediante el examen detenido de sitios de Internet fiables.
Los libros de texto no han sido desplazados todavía, pero muchos educadores dicen que no pasará mucho tiempo para que sean reemplazados por versiones digitales o suplantados totalmente por lecciones recopiladas de la riqueza de cursos gratuitos, juegos educativos, vídeos y presentaciones de la Web.
“Los chicos tienen diferentes intereses”, afirmó Sheryl R. Abshire, oficial de tecnología para sistema escolar del Calsieu Parish en Lago Charles, Los Ángeles. “Ellos son hábiles digitalmente. Realizan muchas tareas simultáneamente, trasladan y extrapolan. Y creen que el conocimiento es infinito”.
“Ellos no encajan con los libros de texto que son finitos, lineares y repetitivos”, prosiguió el Dr. Abshire. “Los profesores necesitan recursos digitales para encontrar estos documentos, esos blogs y esos wikis que se hallan detrás de los planes de estudio, color vainilla, de los libros de texto”.
En California, el gobernador Arnold Schwarzenegger anunció este verano una iniciativa que reemplazaría gratuitamente los libros de texto de matemáticas y ciencia de algunos institutos con versiones digitales de “recursos abiertos”.
Si California sigue el camino correcto, el gobernador espera que los libros de texto gratuitos podrían ahorrar millones de dólares al año.
Y dado que los estudiantes ya consiguen mucha información por Internet, iPods y los feeds de Twitter, los textos digitales les salvarán de cargar con “anticuados, pesados y caros libros”.
La iniciativa ha atraído una amplia atención, desde California hasta Texas, dominando el mercado nacional del libro de texto.
Muchos directores son entusiastas.
“En cinco años, creo que la mayoría de los estudiantes usarán libros de texto digitales”, dijo William M. Habermehl, responsable de los 500000 estudiantes de los colegios del Condado de Orange. “Pueden ser mejores que los libros de texto tradicionales”.
Los colegios que no realicen el cambio, afirmó el Sr. Habermehl, perderán el apoyo de sus comunidades.
“Seguimos anclados en el paradigma de 30 estudiantes por cada profesor, pero necesitamos salir de ese marco para tener a 200 ó 300 chicos tomando clases en línea, por la noche, 24 horas-7 días a la semana, cuando ellos quieran”.
“No creo que los estatutos sean la amenaza de los colegios del Condado de Orange”, dijo. “Lo que es una amenaza es el mundo digital -que alguien vaya a tomar excelentes cursos, de 200 dólares, de francés, de geometría impartidos por los mejores profesores del mundo”.
Pero el futuro digital no está completamente sobre la mayoría de las aulas. Por una razón, sigue existiendo una gran brecha digital. No todos los estudiantes tienen acceso a un ordenador, a un lector electrónico Kindle o a un smartphone, y sólo unos cuantos distritos son suficientemente ricos para proporcionarlos. Así que los libros de texto podrían aumentar la separación entre ricos y pobres.
“Un amplio sector de nuestros chicos no tienen ordenadores en casa, y sería demasiado costoso imprimir los libros digitales”, dijo Tim Ward, asistente del consejero de Educación de California para 24000 estudiantes del distrito estudiantil de Chaffey Joint Union, donde casi la mitad de los estudiantes pertenecen a familias con bajos ingresos.
Muchos educadores esperan que los libros digitales y los cursos en línea serán reducidos, quizá porque sean para quienes quieren estudiar una asignatura que no pueden encuadrarlas en el horario del instituto o para quienes necesitan unos cuantos créditos para graduarse.
Aunque las autoridades educativas de California están evaluando 20 textos de matemáticas y ciencias correspondientes a recursos abiertos para asegurarse de que los estándares académicos californianos son exigentes cuando se vayan a utilizar los textos, la llegada y rápida adopción no es probable.
“Quiero que los profesores tengan los mejores materiales disponibles, y con los libros de texto digitales veríamos las mejores lecciones impartidas por los profesores más dinámicos,” afirmó John A. Roch, responsables de los colegios de Carlsbad, California. “Sin embargo, no van a reemplarzar los libros de texto inmediatamente”.
Cuando ello ocurra, el ataque en línea -y la competición procedente de los materiales de recurso abierto- representará una amenaza real para los editores de los tradicionales libros de texto.
Pearson, la editorial estadounidense más importante, presenta cuatro textos en California, todos ellos ya disponibles en línea, así como los suplementos gratuitos a sus textos.
“Creemos que el mundo se está haciendo digital pero el jurado está pendiente de decir cómo dicho mundo se desenvolverá”, afirmó Wendy Spiegel, una portavoz de Pearson. “ Nosotros somos agnósticos, así que proporcionaremos material digital y material impreso y observaremos que es lo que quieren nuestros clientes”.
La mayoría de los textos digitales presentados para evaluación en California proceden de una organización sin ánimo de lucro, CK-12 Foundation, que desarrolla “flexbooks” que pueden ser adaptados para satisfacer los estándares estatales, y completados por los profesores. Su flexbook de física, basado en una web, compilación de contenido abierto, fue introducido en Virginia en Marzo.
“Lo bueno de nuestros flexbooks es que puedes hacer de ellos lo que quieras” afirmó Neeru Koshla, uno de los fundadores del grupo. “Puedes utilizarlos en línea, descargarlos en tu disco duro, personalizarlos, integrarlos en un vídeo. Cuando la gente consiga sobrepasar las barreras mentales, verá que no hay razón para pagar 100 dólares por un libro de texto, cuando puedes tener los contenidos que quieras gratuitamente”.
El movimiento de los materiales de recurso abierto va por el buen camino en la educación universitaria y puede ser acelerado por la propuesta del presidente Obama para invertir en la creación de cursos gratuitos en línea como parte de su impulso para mejorar las universidades comunitarias.
Por todo el mundo, cientos de universidades, incluidas MIT (Massachusets Institute of Technology) y la universidad del Petróleo y los minerales, del rey Fahd, en Arabia Saudí, utilizan y comparten cursos de recurso abierto.
Pero dada la economía, muchos educadores y expertos tecnológicos comparten que la revolución digital K-12 quizá llegue más tarde.
“Hay muchas compras paradas y se está considerando cuál es la decisión correcta”, afirmó Mark Schneiderman, director de política educativa federal en la Asociación de Software e Industria de la información. “Pero es algo que va a ocurrir”.
Por toda la atención que está recibiendo la iniciativa de California, los libros digitales son sólo el comienzo de la revolución en la tecnología educativa".
Nota1: la noticia original apareció en la edición en línea de The New York Times, el 8 de agosto, escrita por Tamar Lewin.
Nota2: el artículo traducido fue encontrado gracias a LISNews.
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