Desde Canadá nos llega esta nota de prensa. Primero la presentamos y luego la comentamos:
Los autores canadienses obtienen cerca de millones de dólares por el préstamo de sus libros en las bibliotecas (noticia aparecida el 14 de febrero, en The Canadian Press):
“Alrededor de 16000 autores canadienses se repartirán una cantidad superior a los 9 millones de dólares (más de 6 millones de euros) por el préstamos de sus obras en las bibliotecas públicas canadienses.
La Comisión del Derecho de Préstamo Público (The Public Lending Commission) anunció los pagos este jueves.
La Comisión funciona al amparo del Consejo Canadiense de las Artes y emite los pagos cada mes de febrero.
Las bibliotecas en las que se encuentran los diferentes títulos de cada autor son las que tienen que hacer un mayor desembolso, llegando a un máximo de 2681 dólares.
En este año, los autores recibirán un ingreso medio de 570 dólares (385,5€), entre 1688 comunidades canadienses y 337 comunidades del extranjero. Los autores de Quebec recibirán la mayor cantidad de dinero (más de 3,5 millones de dólares), seguidos por los de Ontario, que recibirán 2,8 millones de dólares aproximadamente.
Por provincias, el resto de cantidades son: British Columbia (unos 1,2 millones de $), Alberta (395000 $), Nova Scotia (237000 $), Manitoba (173000 $), Saskatchewan (168000 $), New Brunswick (160000 dólares), Terranova y Labrador (98500 $), Isla del Príncipe Eduardo (32000 $), Yukon (8000 $), Territorios del Noroeste (4500 $), Nunavut (2000 $).”
Está claro que Canadá pertenece a un ámbito completamente anglosajón y no es comparable a la situación española. Tampoco puede serlo teniendo en cuenta la población y la geografía del país norteamericano. Pero no deja de producirme un gran asombro por varias razones:
- por la normalidad con que se presenta el préstamo de pago, algo completamente institucionalizado.
- por la enorme cantidad global que ingresan los autores por dicho concepto, ya que nuestros 1,4 millones de euros palidecen antes los más de 6 millones de euros que se pagan en Canadá (el dinero global de nuestro canon bibliotecario multiplicado por cuatro y unas décimas).
- además hay que considerar que Canadá tiene unos 33 millones de habitantes, mientras que España ya supera los 45 millones. Esto hace que la comparación sea todavía aún más impresionante.
Si el modelo anglosajón es hacia el que tienden las bibliotecas de la Unión Europea, ya podemos ir preparándonos a ver cómo, poco a poco, los presupuestos para adquisición de fondos van haciéndose más exigüos. Me dan escalofríos sólo de pensarlo. Todo ello con las consecuencias tan nocivas que puede tener para las bibliotecas y para la propia democratización de la cultura. Y si los escritores de nuestro país también se ponen a hacer fuerza en favor del canon bibliotecario, ¡para qué queremos más! Parece ser el caso de la Asociación Colegiada de Escritores de Cataluña y de su presidenta Montserrat Conill que afirmó recientemente que: en contra de la "insidia propagada por algunos bibliotecarios, la copia privada no es un derecho del usuario". Y terminó la faena diciendo que el canon bibliotecario "es una conquista social" ya que sin él, "es como si la atención sanitaria se hiciera sin pagar a los médicos". Para contrarrestar estas declaraciones, os remito al artículo de Paolo Fava en "Papel en Blanco" y al teatrillo que ha inventado. Un poco de humor no vendrá ante sinsentido de tamañas proporciones. Os aseguro que merece la pena.
En fin, habrá que seguir diciendo, si cabe con más fuerza, NO AL PRÉSTAMO DE PAGO. Un saludo cordial.
Nota1: al hablar de dólares, no me estoy refiriendo a dólares estadounidenses, sino canadienses. Aunque el valor de ambos respecto al euro es casi igual.
Nota2: esta noticia ha sido localizada en LISNews.org
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