Un foro para la reflexión y el diálogo sobre temas relacionados con las bibliotecas y la lectura, con un espacio para la literatura."La Biblioteca es el hospital del alma" (en "Memorias de Adriano", de Marguerite Yourcenar)
-Séneca considera normal la inquietud de su amigo Sereno. Es lógico que se encuentre intranquilo ante la nueva situación en la que está alcanzando la virtud.
-El principal síntoma de intranquilidad de espíritu, mucho peor que la anterior, es encontrarse a disgusto con uno mismo. Entonces, la persona anhela siempre lo que no tiene, no encuentra una ocupación, es irascible y se refugia temporalmente en un ocio solitario. En muchas ocasiones se intenta huir de uno mismo, cuando es algo imposible.
-La mejor manera de sentirse bien con uno mismo es hacer cosas para el beneficio de los conciudadanos, tanto desde la esfera pública como de la privada (incluso más provechoso desde ésta). Al hablar de ello, Séneca destaca la naturaleza social del hombre.
-Una ocupación primordial es buscar la buena amistad.
-Las riquezas son la causa de la mayoría de los quebraderos de cabeza. Por ello, vive más tranquilo el pobre que el adinerado (los mejor es vivir con poco, sólo con lo suficiente). La austeridad es el estado idóneo que busca la utilidad de las cosas, no la ostentación. Por ello, Séneca no entiende que la Biblioteca de Alejandría (gracias a sus 40000 volúmenes) fuese un templo de la cultura, sino que lo ve como una frivolidad regia. En esta crítica debía tener mucho que ver su odio por la realeza. Alude a la costumbre de los ricos de adornar sus casas con suntuosas bibliotecas, con estantes de madera de limonero y con marfil.
-“La vida es toda servidumbre”, de modo que lo que hay que hacer es tomarla con tranquilidad. La costumbre hace más llevaderos los golpes de la vida.
-Séneca concibe la vida como un aprendizaje de la muerte. Por ello, se ha de vivir sin tener miedo a la muerte.
-Los quehaceres que se acometan han de tener un fin, y no estar movidos por ideas falsas. En ese caso, se producirá la desesperanza. Tampoco se debe enfrascar uno en demasiadas labores superfluas, ya que supone abandonar nuestro porvenir a la suerte.
-Para mantenerse en la tranquilidad de espíritu es necesario alcanzar el término medio entre la obstinación y la volubilidad.
-Así mismo, lo más conveniente es reírse de la vida, de todos sus desatinos y desgracias (como hacía Demócrito), antes que lamentarse constantemente (como hacía Heráclito).
-Séneca aconseja intercalar el trabajo, las preocupaciones, la sobriedad, con el esparcimiento y el ocio. Incluso habla de que es bueno dejarse en manos de Baco, para liberar el espíritu.
Noticias como las que aquí hoy traduzco producen cierta perplejidad, aunque desgraciadamente cada vez menos. No puedo hablar con demasiada perspectiva histórica pero, hasta hace pocos años, nadie ponía en cuestión la libertad de expresión. Sin embargo, actualmente la situación no es tan clara. Por ejemplo, hay que andar con pies de plomo acerca de lo que se dice al respecto de cualquier aspecto relacionado con la religión islámica (en muchos ocasiones, los escándalos son injustificados) o de determinados regímenes como el de la República Popular China. En este segundo caso, el componente económico es crucial. En el primero, también se mezclan consideraciones sociales y religiosas. No creo que éste sea el sitio adecuado ni yo me siento capacitado para realizar un análisis de estas cuestiones tan complicadas.
De cualquier modo, sería un error enorme de las sociedades desarrolladas renunciar a los derechos civiles que tanto ha costado alcanzar, entre ellos la libertad de expresión. El respeto y la convivencia armoniosa entre las diferentes culturas y religiones no han de estar reñidos con la libertad de opinión y con la crítica. En estos tiempos, dicho equilibrio puede parecer digno de funambulistas. Sin embargo, creo que “sólo” (aunque que a veces parezca que es tan complicado) se trata de respetarnos los unos a los otros, más allá de las diferencias que nos separen. La autocensura siempre ha existido, pero no puede llegar a extremos tales que tengamos que medir milimétricamente todo aquello que escribimos o expresamos. Esperemos que, en un futuro próximo, la libertad de expresión sea un derecho consolidado en todos los países, ya se encuentren en occidente u oriente. Os dejo con la noticia, aparecida en Associated Press el 3 de septiembre. Un saludo cordial.
“Una novela histórica sobre el profeta Mahoma y su joven esposa (Aisha, hija de su amigo Abu Bakr) que fue retirada por Random House debido a la preocupación por la ira que provocaría entre los musulmanes, será impresa por otro editor alemán, dice la autora en una entrevista publicada el miércoles (3 de septiembre).
El periódico Germany´s Leipziger Volkszeitung afirma que Sherry Jones dijo que su primera novela “La joya de Medina” será publicada en inglés en octubre. La autora estadounidense se negó a identificar al editor o a dar otros detalles, pero descartó la preocupación de que pudiese provocar violencia.
“Afirmar que los musulmanes responderán a mi libro con violencia es un completo sinsentido”, dijo Jones. “Cualquier persona que lea la novela verá que se honra al profeta y a su mujer preferida”.
El grupo editor Random House, que es propiedad del grupo mediático alemán Bertelsmann, ha reconocido que rechazó la novela sobre Mahoma y su novena esposa Aisha.
El editor, que había planeado liberar el libro el pasado mes, dijo en su momento en una declaración que “fuentes fiables y no vinculadas a la empresa” habían advertido que el libro “podría incitar a actos de violencia de un pequeño sector radical”.
La publicación de la obra ya está programada en varios países, entre ellos Italia, España, Brasil y Hungría. En agosto, la editora serbia BeoBook puso a la venta la novela, pero poco después la retiró rápidamente de sus almacenes, tras las protestas de los líderes de la comunidad islámica local, que afirmaban que se insultaba a Mahoma y a su familia.
El editor expresó “sus disculpas y arrepentimiento” a la comunidad islámica en un comunicado oficial publicado en la página web de la empresa. La agente comercial de Jones, Natasha Kern, dice que ha estado trabajando para resolver la situación en Serbia y mantiene la esperanza de que se publicará allí.
Tras la decisión de Random House, Salman Rushdie (su obra “Los versos satánicos” le supuso un decreto de muerte en 1989 dictado por el ayatolá iraní Ruhollah Jomeini (1900-1998), que forzó al autor a vivir con protección policial durante años) afirmó que la empresa editora ha permitido dejarse intimidar.
“Estoy muy decepcionado por escuchar que mis editores, Random House, han cancelado otra novela de autor, aparentemente debido a su preocupación a posibles represalias islámicas”.Rushdie afirmó en un correo enviado el pasado mes a The Associated Press: “Esto es censura causada por el miedo y, desde luego, sienta un muy mal precedente”.
Leipziger Volkszeitung destacó la afirmación de Jones de que el hecho “de que una de las mayores editoriales del mundo rechace publicar un libro debido a unas advertencias es una grave observación sobre el estado de la libertad de expresión en los Estados Unidos”.
Nota1: ya se ha sabido que la editorial que publicará “The jewel of Medina” es Beaufort Books.
Nota3: la imagen es de la escritora Sherry Jones y procede de la siguiente página. Nota4: espero que me disculpéis algún posible problema con la visualización de esta entrada. Gracias.
Aquí traduzco una provechosa reflexión sobre la censura, a raíz de una noticia que ha tenido lugar en Estados Unidos. Hay afirmaciones que pueden parecer de Perogrullo, pero no está de más recordar algunos aspectos que deben quedar claros. La libertad no es negociable. Y nadie debe tener la potestad de decidir qué es bueno y qué es malo leer. Desgraciadamente, la censura sigue siendo un tema de actualidad (aunque, al aparecer esta palabra, enseguida pensemos en la Inquisición), un hecho ante al que hay que luchar con todas nuestras fuerzas, más aún en las bibliotecas.
Espero que el texto os resulte interesante. Un saludo cordial.
Los palos y las piedras pueden romper mis huesos, pero las palabras nunca pueden herirme.
"Joan Karkos no está de acuerdo. Karkos rechaza devolver un libro sobre sexualidad a la Lewiston Public Library.
La mañana del pasado miércoles, Karkos estaba en el Tribunal del Distrito para defender lo que ella misma ha denominado “desobediencia civil”.
El juez Valerie Stanfill no estaba dispuesto a permitirlo, y amenazó a Karkos con pena de cárcel y una multa de 100 de dólares, a raíz de un largo enfrentamiento en la sala del tribunal después de que Stanfill preguntase a Karkos si ella tenía el libro.
Según la relación de hechos aportada por Christopher Williams en el periódico Lewiston Sun, Karkos contestó “lo tengo bajo mi posesión”.
Presionado por el juez, Karkos insistió en su respuesta.
Finalmente, el juez instó a Karkos a “devolver el libro a su sitio ahora”.
Stanfill desalojó la sala e informó a Karkos de que permanecería allí sentada hasta que retornase el libro.
Karkos acreditó una cosa: es terca. Manteniendo su posición y el libro, revasó la paciencia del juez, que regresó después del almuerzo para dar a Karkos plazo hasta las cuatro de la tarde para devolver el libro o sufrir la multa.
La desacertada Karkos se quedó con el libro de 21 dólares, teniendo que pagar 100 dólares de sanción por desobediencia. Quizá consideró que era un buen trato. Karkos cree que el libro es “peligroso”.
Si considera peligrosas las palabras, quizá usted debería dejar de leer este artículo ahora mismo. El libro “Es perfectamente normal: la transformación de los cuerpos, el crecimiento, el sexo y la salud sexual”, escrito por Robie Harris y publicado en 1993 (fíjese bien, “una aproximación lingüística peligrosa”), caracterizado con dibujos animados de gente desnuda en los capítulos sobre temas de sexualidad.Ha tenido el visto bueno de Maternidad Planificada y ha sido criticado por grupos conservadores, traducido a 21 idiomas y vendido en 25 países.
Incluso Karkos, en este caso, no ha tomado el camino correcto. Ha sacado los pies fuera del tiesto.
La censura nunca es buena. Sí, es cierto que hay palabras odiosas que nuestra sociedad sigue tratando de suprimir. Pero estas palabras no tienen por qué herirnos si comprendemos que ellas simplemente reflejan la ignorancia y los prejuicios de la persona que las dice.
Me siento avergonzado cuando escucho a un padre regañar a un niño pequeño con palabras enojadas inapropiadas, pero sé que los problemas de esos padres y del niño van mucho más lejos de las palabras que utilicen. Normalmente, es inútil intervenir, más allá de lanzar una mirada de desaprobación.
Por favor, no me malinterpreten. Creo firmemente que los padres deben censurar lo que sus hijos leen, ven y experimentan. De hecho, en la sociedad liberal actual, esto es esencial para el mantenimiento de unos valores saludables y de la moralidad.
Pero Karkos no es madre de la comunidad, ni ese es su cometido.
Me entristece saber que muchos niños de hoy están expuestos a la violencia y a materiales inapropiados en los videojuegos, en los programas de televisión y, sí, también en los libros.
La vulgaridad de nuestra sociedad es digna de preocupación e, incluso, de tomar cartas en el asunto. Es tarea de nosotros como comunidad la atención cuidadosa de la gente para tomar medidas conjuntamente, especialmente en defensa de nuestros hijos.
Pero no voy a permitir que se comience a robar los libros de la biblioteca (con dicho propósito). Como presidente de los socios de la Mount Vernon´s Dr. Shaw Memorial Library, sería negligente si no me opusiese a ello.
La ignorancia no es la respuesta. Sé que muchos de mis amigos conservadores se oponen a la educación sexual en la escuela. Ellos están equivocados. Dicha educación funciona, sobre todo cuando se imparte la información en la edad adecuada por profesores apropiados.
A menudo me pregunto cómo puedo soportar el ridículo y la crítica que conlleva estar a la vista de la opinión pública como defensor de los deportistas. Pero representan sólo un montón de palabras y éstas apenas me molestan.
Treinta años en la arena política endurecieron mi piel y me enseñaron a dejar pasar todo, a menudo convertido en algo divertido. La risa es siempre mejor que las lágrimas.
Y reír fue mi primera reacción al lío de Karkos, especialmente cuando supe que la Lewiston Library recibió ocho copias del libro de personas que leyeron lo sucedido. Indudablemente, Karkos ha aumentado la circulación del libro.
Sobre la reflexión, me pregunto por qué mis hermanos conservadores se sienten tan molestos por las palabras, hasta el punto de recurrir a la censura y robar libros de una biblioteca.
Hemos de defender todas las opiniones y condenar la censura, sobre todo la censura procedente de una fanática como Karkos que cree que sabe mejor que su comunidad qué es aceptable leer.
Las palabras no son peligrosas. El fanatismo y la censura sí son peligrosos.
Karkos robó el libro y, simplemente con eso, consiguió una multa de 100 dólares y probablemente aumentar sustancialmente la lectura de dicho ejemplar.
¿No es realmente divertido?
George Smith es el director ejecutivo de la Sportman´s Alliance de Maine. Vive en Mount Vernon y se puede contactar con él a través de george@samcef.org".
Nota1: enlace al artículo de George Smith, aparecido el 9 de septiembre en la versión en línea de Kennebec Journal Morning Sentinel.
En esta ocasión, en el espacio económico “La bolsa y la vida” de “No es un día cualquiera”, el tema tratado ha sido la reciente nacionalización por parte del gobierno de Estados Unidos de las dos mayores empresas del mercado de refinanciación de las hipotecas en dicho país: FannieMae y FreddieMac. Casi suena a película de miedo, pero no tiene nada de ficticio, es algo tan real como la misma crisis económica.
Paco Álvarez nos ofrece la definición sencilla y certera de nacionalización de una empresa: “conversión de una empresa privada en pública, adquiriendo el gobierno del país en cuestión una participación mayoritaria sobre dicha organización, y posicionándose como principal acreedor en caso de liquidación de la empresa”. De modo que Fannie y Freddie han adquirido un carácter completamente público, ya que el Gobierno Federal ha adquirido el 79% de sus acciones. Que dichas corporaciones sigan cotizando en Bolsa es sólo una peculiaridad que no las exime de su nueva calidad pública.
A los que somos legos en materia económica no debería más que sorprendernos esta manera de actuar del gobierno de EE.UU., siendo como ha sido siempre el mayor defensor del liberalismo. Pero si ha tomado esta actitud en la presente ocasión, no nos asombrará tampoco que, el mayor adalid del “laissez faire”, haya acudido también a salvar a empresas privadas en apuros. La única diferencia con anteriores episodios es que el monto total de la operación es de una cuantía impresionante. Como dice el colaborador de Pepa Fernández, la cantidad de dinero de la intervención gubernamental tiene tantos ceros que uno se pierde. Es interesante destacar que Paco Álvarez hable también de las tremendas pérdidas de la Lehman Brothers, cuarta entidad bancaria estadounidense (esperando posiblemente que la Reserva Federal también la salvase del desastre). Pasados dos días (el lunes), se declaró en quiebra, quedando sus esperanzas en un pozo, y miles de empleados en la calle. Esto unido a la compra de Merrill Linch por el Bank of America y a la nacionalización de la aseguradora AIG por el gobierno de Estados Unidos, ha llevado al Ibex 35 a marcar un nuevo mínimo anual. A pesar de la decisión unánime de los bancos centrales de inyectar miles de millones de euros (a un tipo de interés reducido) para aumentar la liquidez del mercado bursátil. Sin duda, nos encontramos ante un perverso efecto dominó, cuyo fin nadie se atreve a pronosticar.
La realidad está mostrando que el modelo liberal-capitalista cojea y mucho. Sólo funciona en las etapas de crecimiento económico, y en los ciclos de crisis deja de funcionar. Y para mayor escarnio de la sociedad en general, en el primer caso se benefician sólo unos pocos, mientras que en el segundo toda la ciudadanía tiene que pagar. En definitiva, este modelo no está equilibrado, es completamente injusto. Los gobiernos financian con el dinero público, de todos los contribuyentes, los errores de empresas privadas. Se socializan las pérdidas, mientras que no se socializan los beneficios.
Además, estas intervenciones gubernamentales sólo son parches, que nos llevan de crisis en crisis. Todo ello lleva a concluir que el modelo actual capitalista hay que cambiarlo. Paco Álvarez cita al presidente de la confederación las cajas de ahorro españolas que recientemente ha afirmado que “las crisis actual es la peor de los últimos setenta años”, retrotayéndose al “crack” de 1929, nada más y nada menos.
De nuevo, se nos invita a ser actores de la vida económica del país. No podemos admitir que se nos considere a las personas únicamente como consumidores, que es lo que hace el capitalismo. Quedan muchas cosas por cambiar y se pueden cambiar.