martes, 7 de julio de 2009

De Uzbekistán al despacho de una biblioteca en Estados Unidos

En este artículo que aquí traduzco os traigo un cuaderno de vida, el periplo de una bibliotecaria con una verdadera historia de superación. Algo así como el sueño americano, “en versión bibliotecaria”, forjado con mucho esfuerzo. Espero que sea de vuestro interés. Un saludo cordial.


"Con 49000 préstamos al mes, la Queens Library en Brodway es un lugar concurrido dentro del sistema bibliotecario público más activo del país, con más circulación de libros, cintas y vídeos (23 millones) de sus 63 sucursales que su homóloga de Brooklyn o que todas las sucursales juntas del resto del sistema bibliotecario de Nueva York. La biblioteca, en los números del 20 al 40 de Brodway, donde Astoria se encuentra con Long Island City, está previsto que vuelva a abrir el miércoles después de nueve años de obras de restauración. A su cargo se encuentra Tatyana Magazinnik, de 53 años de edad, emigrada desde Uzbekistán y bibliotecaria desde 1996, como su esposo, David.


¿Cómo encontró el trabajo perfecto?: es el trabajo de mi marido. Esto suena como una revista, pero en Rusia biblioteca significa “almacén”. Quizá alguien quiso que fuese bibliotecaria.
Otro análogo al “músico”: me gradué en el conservatorio y estuve aprendiendo piano. Toqué en público a veces, hasta que mi hermana nació. Mi marido era profesor de piano en el conservatorio de Tashkent.


El traslado (a Estados Unidos): cuando comenzó la Perestroika, allí no había futuro para nuestros hijos. Nosotros vinimos como refugiados en 1993. Mi marido tenía una hermana aquí. Ella nos invitó. Cuando llegamos al país, buscábamos información. Íbamos a la biblioteca.


Aprender el idioma: mi hija no sabía bien inglés; yo no sabía nada de inglés. Así que intenté aprender por mi cuenta. La biblioteca era mi vida entonces. Nosotros sacábamos los libros infantiles para escuchar el idioma. Aprendíamos 30 palabras al día. Las memorizábamos y las poníamos en un mural. Al día siguiente, otras 30 palabras. Después de medio año, el inglés dejó de ser el segundo idioma para ella. Yo aprendí con ella. La biblioteca era todo para nosotros. Estábamos en la biblioteca todos los días, mi marido y yo.


La formación de una pareja de bibliotecarios: nosotros fuimos a Pratt para estudiar Biblioteconomía. Tardé dos años y medio en superar la formación, mi marido dos años (claro, él no cuidada de la niña). Me gradué en 1996 y, en Agosto, conseguí un trabajo en una biblioteca de Lefrak City. En 1999, llegué a ser directora de una pequeña sucursal en Maspeth. Amo Maspeth. Sigo tenieno usuarios que me envían cartas en Navidad.


Un gran alivio: antes de que consiguiera este puesto, la gente me decía que toda la gente sin vivienda vendría. Yo comencé a prepararme para estar estar lista para lo peor. Pero, afortunadamente, yo no tuve esos problemas que me contaban. Durante el día, la gente simplemente se sentaba en la biblioteca y leía el periódico.


Qué hace exactamente: yo hago gran cantidad de informes, hojas de asistencia y tareas para el personal. También trabajo con los usuarios. Sigo siendo bibliotecaria. Mi despacho está en la sala infantil. A mí misma me llamo bibliotecaria. Eso me gusta. Puedo ir al 641.5 (de la ordenación de la estantería) y conseguirte un libro de cocina.


Los momentos de los que se siente más orgullosa: en Maspeth, había una señora sin trabajo. Le proporcioné los libros que necesitaba y conversé con ella, y dos más tarde me dijo que había conseguido un trabajo y me compró flores. También fue muy emocionante lo siguiente. Había un chico cuya primer libro fue una novela gráfica. Comenzó a leer todos los libros. Ha llegado ser escritor. También había una usuaria rusa que no sabía el idioma (inglés). Se matriculó en un curso de Inglés como Segunda Lengua (ESL: English as Second Language). No hay que pagar por ello. Ella hizo dos cursos, en primavera y otoño. Después logró un trabajo en Tiffany´s y luego llegó a un puesto de secretaria.


Qué odia una bibliotecari@: la gente que no devuelve los libros. Yo les llamo “guardianes de libros”.


Cómo se mantiene en forma: corro cuatro millas cada día. Subo las escaleras en el trabajo. Es una máquina de ejercicios gratuita."


Nota1: la entrevista original fue escrita por Ralph Blumenthal, y publicada el 8 de junio en la versión en línea de The New York Times.
Nota2: artículo encontrado gracias a LISNews.

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