Después de mucho tiempo, he logrado sacar un ratito para leer este interesante artículo: “Alfabetización digital en la prisión: una experiencia con jóvenes internos”. Y quería comentarlo y compartirlo con vosotr@s. He de agradecer la referencia del mismo a Marcos Ros.
Sin duda, resulta muy interesante hallar nuevos modos de alfabetizar (con mayúsculas), tanto a la población reclusa como no. Pero en el caso de las personas que se encuentran temporalmente en prisión, la alfabetización resulta clave como medio para su reinserción social. Tienen pleno derecho a ello. Y así lo establece la Constitución española en su artículo 25.2: “Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad están orientadas hacia la reeducación y reinserción social...En todo caso, tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios correspondientes de la Seguridad Social, así como al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad”.
Y es cierto que los presos tienen derecho a la libertad virtual que les proporciona Internet. Sin embargo, en mi opinión, el apoyo educativo que se les ofrezca ha de ir encaminado a que logren una libertad que vaya mucho más allá, y que la mayoría de la población libre tampoco posee: la libertad de pensamiento. Y esa carencia tan primordial se debe a la alienación que producen el capitalismo, el consumismo y los propios medios de comunicación que, no hemos de olvidarlo, sustentan a los dos primeros actores.
Como dice el propio artículo, Internet (y las TIC en general) son un instrumento, un medio para lograr una población realmente crítica y capaz de elegir libremente entre lo que quiere y no quiere, merced a la información que recibe, pero no es el fin.
Con todo esto no es mi intención quitar ni un ápice de importancia a la revolución tecnológica de los medios, que debe ser plenamente incorporada y entendida por la sociedad.
Tras este preámbulo, paso a desgranar las ideas principales de este artículo que describe una experiencia realmente enriquecedora, desarrollada por el Proyecto Òmnia (dependiente de la Generalitat de Catalunya), a imitar y extender a otros centros penitenciarios:
-La Biblioteca es un sitio clave (incluyendo los recursos de las NTIC) para disminuir las desigualdades sociales, que se hacen especialmente palpables en la población reclusa. Es el lugar idóneo para lograr que los reclusos adquieran la instrucción necesaria para hacer frente a los retos que le deparará el mundo una vez que vuelvan a ser libres. Y ello incluye algo tan crucial como mejorar su propia condición, el descubrimiento de todas sus capacidades intelectuales (posiblemente, hasta entonces adormecidas) y, por ende, de incrementar su autoestima.
-El taller social que se refleja en el artículo se realizó en el Centro Penitenciario de Jóvenes de Barcelona. Los internos se caracterizan por: haber pertenecido, en su mayoría, a comunidades socialmente marginadas; problemas de afectividad; bajo nivel general de alfabetización; reducido nivel general en el conocimiento de las tecnologías de la información.
-El taller se basó en la publicación de blogs con un propósito eminentemente práctico: potenciar los hábitos de lectura, el uso de los programas de software más habituales, fomentar el trabajo en equipo, sensibilizar sobre temas de actualidad, etc.
-La legislación penitenciaria no debe obstaculizar el derecho de los presos a estar informados y a adquirir las capacidades y habilidades informacionales necesarias.
-Lo que en el artículo se denomina “realfabetización” tenía como objetivo lograr a través de las prácticas realizadas en el taller algo más que la alfabetización tecnológica. Pretendía conseguir una alfabetización integral que incluyese: la alfabetización información (ALFIN), bibliotecaria, mediática y, por supuesto, la alfabetización propiamente dicha (tanto a través de la lectura como de la escritura).
El servicio eje para la publicación de un sitio web propio, en concreto un blog, fue el célebre Blogger. La elección pareció ser la adecuada, principalmente por su usabilidad. No se necesitan conocimientos de html u otros lenguajes web. Creo que es el modo idóneo para adentrarse en la World Wide Web, tanto para una persona con dificultades de concentración y aprendizaje (como era el caso de muchos internos del curso, como para cualquier persona en general). Además, también se utilizaron el depósito de fotografías Flickr y las licencias copyleft.
Todo ello aportando unas breves explicaciones por escrito para la mejor comprensión de los conceptos a explicar (basándose en las “Guidelines for Easy-to-Read Materials” de la IFLA (Tronbacke)). Dichas directrices sirvieron como ejemplo de redacción clara y concisa a la hora de publicar textos en la Web.
-En apoyo de la cultura esencialmente audiovisual que poseían los internos, se les presentó el servicio Youtube, que permite incrustar vídeos en el blog con la simple inclusión de una línea de lenguaje xhtml.
-Y, por último, unas sesiones de ortotipografía, de correcto uso de la puntuación y para conseguir una redacción de los textos atractiva y comprensible para cualquier lector.
-Las siguientes clases tuvieron como función consolidar los conceptos ya explicados y lograr una reflexión de los internos sobre el control de la información en la Web, el impacto social de Internet, etc.
-Se constató que el joven preso es un joven con las mismas inquietudes que cualquier otro. Por lo tanto, el blog es un buen instrumento de integración social y desaparición de estigmas.
-El blog se presenta como una herramienta de comunicación y reflexión pública, no como algo perteneciente a un ámbito privado.
-Los chicos, en muchos casos, reclamaron una atención individualizada a sus preguntas y dificultades. Posiblemente porque no estén acostumbrados a que se les preste atención. Y verse atendidos es algo muy satisfactorio para ellos. Además, al parecer, aceptaron de buen grados los consejos y rectificaciones que se les propusieron para la mejora de la redacción, la ortografía y la legibilidad de los textos.
-Por último, se invoca la necesidad de que el servicio de acceso a Internet esté integrado en la Biblioteca, ya que la educación en tecnologías de la información comparten los mismos objetivos que la biblioteca en sí. Y se denuncia con dureza la dejación en que se encuentran las bibliotecas de prisiones. Se reclaman suficientes recursos para ellas porque, aunque no parezca ser muy popular la inversión de más recursos en las cárceles, este tipo de iniciativas educativas tienen una rentibilización social incuestionable.
Referencia artículo:
-FRANGANILLO, Jorge ... [et al.] : “Alfabetización digital en la prisión: una experiencia con jóvenes internos”.
Nota1: utilizo el género masculino de forma genérica para facilitar la lectura, por lo que los sustantivos en forma masculina hacen referencia a personas de ambos sexos.
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