lunes, 7 de abril de 2008

"Homo videns", de Giovanni Sartori (I-II)

Esta breve pero muy sustanciosa obra del célebre politólogo italiano Giovanni Sartori, nos vuelve a llamar la atención sobre la recurrente y crucial materia de escoger bien “las fuentes de donde se beben” (más aún en el caso de los bibliotecarios, documentalistas y archiveros). Pero traslada esta cuestión al nivel más trascendente para una sociedad: cómo ha de formarse y regenerarse, claro está, a través de los niños, que en el futuro serán ciudadanos. Y nos dice que de un buen nivel de instrucción y de capacidad crítica depende que tengamos una democracia viva y activa, o una democracia pasiva, lánguida y, por tanto, fácilmente manipulable.

Mi intención es realizar una sinopsis, detallada en algunos aspectos que considero especialmente relevantes, pero sin llegar a ser exhaustivo. Desde luego, no pretendo que este resumen sea un sustitutivo de esta obra. La recomiendo encarecidamente por sus ideas reveladoras y acertadas, en mi opinión. A la vez que sugiero que la lectura sea reposada (sin leer demasiadas páginas de un tirón) y reflexiva, por la complejidad que entrañan algunos conceptos expuestos y su articulación. Ya que todas las piezas acaban encajando.

El libro va planteando y desarrollando una serie de interrogantes (a algunos de ellos da respuesta el autor) que se nos presentan de un modo inquietante, nada tranquilizador. Y obviar la problemática no es una opción, a riesgo de que dejemos que la sociedad en su conjunto sea fácilmente instrumentalizada por los órganos de poder y por los medios de comunicación.

-En un primer término, se hace una introducción en la que se plantea el tema principal del libro: la transformación sufrida por el hombre en las últimas décadas, pasando de ser un “homo-simbólico” a un “homo videns”.

El hombre es un animal simbólico gracias a que dispone del lenguaje de la palabra. Éste le permite hablar de sí mismo, por lo que no sólo comunica, sino que también piensa.
Los libros, debido a la invención de la imprenta, transforman la cultura oral en cultura escrita. Y se desarrolla la lectura. Posteriormente, llegan otros avances técnicos: el telégrafo, el teléfono, la radio. Pero ninguno de ellos menoscaba la naturaleza simbólica del hombre. La palabra sigue siendo el medio de comunicar.

Esto cambia con la llegada de la televisión. En ella, prima el lenguaje visual sobre el lenguaje verbal. Y el hombre se convierte en un “animal vidente”.
Aparece una nueva generación de niños que antes de aprender a leer y a escribir, aprende a ver la televisión, y el lenguaje visual. Esto va a suponer un cambio de impresionantes proporciones.
De modo que, actualmente, la primera escuela del niño es la televisión, que es divertida. En contraposición a la Escuela, que es percibida “como un rollo”. Como consecuencia, se desprecia la cultura y la lectura, con lo que el niño se convierte en una persona madura con el tiempo. Pero se trata de una madurez pobre y apática culturalmente.

Esta situación nos lleva a poder distinguir entre una cultura del saber (buenas lecturas e información), y la “cultura de la incultura”, en la que habría que incluir también al analfabeto funcional.

El caso de la televisión es singular, ya que se trata del primer medio de comunicación que ha tenido detractores de su propia naturaleza. Aunque, generalmente, se han criticado los contenidos difundidos y no el medio en sí mismo.
Con posterioridad, se ha inventado el ordenador, que utiliza, como la televisión, el lenguaje visual, pero difiere en que no ofrece imágenes reales sino virtuales.

-La cultura audio-visual se está imponiendo a la cultura escrita, siendo la primera más pobre. Esto está haciendo que la segunda se esté convirtiendo en “elitista” (es penoso, pero es un hecho irrefutable, basta con observar la infrautilización que la población española hace de las bibliotecas, aunque en esta cuestión se entremezclan otros muchos factores). La televisión puede ser un progreso cuantitativo, pero no cualitativo.

La mayoría de la población cada vez piensa menos (y tampoco es algo que deba extrañarnos, dado el ritmo vertiginoso al que nos lleva el sistema capitalista-consumista). Y este hecho tiene mucho que ver con que lo siguiente:

Los conceptos abstractos, no visibles llevan a la construcción de un mundo inteligible.
Los conceptos visibles, concretos a la creación del mundo sensible.

El desarrollo del pensamiento humano se debe al progreso de su capacidad de abstracción. Sin embargo, la televisión supone un retroceso evolutivo, ya que nos reduce al mundo sensible primitivo y reduce enormemente nuestro vocabulario, y nuestra capacidad de entender y reflexionar.
La explicación de que la televisión aporta de la imagen es, hasta el momento, meridianamente insuficiente. De modo que, “el acto de ver está atrofiando el acto de entender”.

-¿Internet y la televisión son compatibles? Desde luego que sí, igual que lo fueron la radio y la tv. Pero, ¿quién será el protagonista de los medios? En principio, Internet debería propiciar un crecimiento cultural, entre otras razones por su interactividad. Pero aparece una cuestión crucial: ¿Cuántas personas utilizan Internet para la búsqueda de conocimiento, y no sólo para ocio como chatear? Es fácil de predecir que cuando el niño se ha criado como “homo videns”, lo más probable es que busque en Internet los mismos estímulos sensibles que le ofrece la tv, aunque en otros formatos.

En mi opinión, un mundo virtual día tras día realmente parece aburrido, pero los adolescentes y jóvenes actuales piensan completamente diferente y, cada vez, están más tiempo delante del ordenador, principalmente para ocio (messenger, chats, foros de hobbies, Second Life, etc.)
En cuanto a este punto, hay que decir que Sartori no llega a intuir (ni se le podía exigir) que Internet iría, poco a poco, acaparando el protagonismo que tenía la tv. Si bien es cierto que Internet está progresivamente incorporando a la televisión. Lo que nos habla, no sólo de la coexistencia de ambos medios, sino también de la colaboración mutua.
Por otro lado, en este libro (edición de 1998), Sartori sólo contempla el libro en papel, y no prevé la irrupción de los e-books.

-Una vez alcanzada la edad adulta, la persona sigue siendo formada o, al menos, “informada” por la televisión. Este hecho es muy importante, ya que la democracia se ha definido como el gobierno de opinión. Y en la génesis y conformación de la misma tiene gran influencia la televisión.

La democracia representativa se basa en la opinión pública, en su sentir sobre la cosa pública.
Hasta la invención del televisor, no hay un dirigismo acusado sobre la opinión pública. En cambio, la televisión disminuye la capacidad de discurrir y reflexionar. Lo que se ve en la pantalla, por sí mismo, es real y, por tanto, “verdadero”.
Esto produce el interesante e inquietante fenómeno de que la televisión no es reflejo de la opinión pública, sino que ésta se convierte en el eco de lo que dice la televisión.

Es claro que la información no es igual a saber. De hecho, la mayoría de la información que se ofrece en televisión es irrelevante, lo que provoca subinformación (=déficit de información relevante).
Por otro lado, se produce mucha desinformación (=información falseada).

Es relevante el matiz, porque en la televisión sólo aparece la información que se puede filmar, que es “videodigna”. Esto ha provocado el fenómeno cierto de que la mayoría de las noticias (a pesar de Internet) sean locales o nacionales, y se cubran muchas menos noticias internacionales, lo que provoca desinterés por lo que sucede en el mundo.
Aquello que no se ve, no existe. Por lo que las atrocidades y matanzas que acaecen en diversas dictaduras de todo el mundo, y que serían insoportables e intolerables si sucediesen en un país democrático, pasan desapercibidas y absueltas por la opinión pública general.


Nota1: utilizo el género masculino de forma genérica para facilitar la lectura, por lo que los sustantivos en forma masculina hacen referencia a personas de ambos sexos.

Nota2: enlace a la biografía de Giovanni Sartori, tomado de la Fundación Príncipe de Asturias. Os recomiendo también a leer o a escuchar el discurso que realizó en la toma del Premio en 2005, en la misma página web. Como siempre, una invitación a reflexionar.

Nota3: divido la entrada en dos partes para que su lectura resulte más fácil.

2 comentarios:

  1. se me hace un libro bastante interesante!!, mi maestro de antropologia me lo recomendo hace unos meses, pero ahora de seguro quiero leerlo. Les recomiendo el documental "La Historia de las cosas" esta completo en Youtube y expone de forma breve y con datos interesantes el conceptos de consumismo y el sistemas de produccion . Saludos

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  2. muchas gracias, me ha servido para llegar a comprender el libro más de lo que pensaba que lo podía entender.

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