lunes, 23 de noviembre de 2009

Alianza prometedora entre Wolfram Alpha y Bing

Esta vez dedico mi espacio a un tema que no tiene que ver directamente con las bibliotecas y los centros de documentación, pero que es algo que seguro les va a afectar. Y es que las cosas pueden estar cambiando en el mundo de los buscadores.
Bing, el buscador que Microsoft lanzó en mayo de este año, quiere abrirse un sitio en el mercado y llegar a competir dentro de poco tiempo con el líder indiscutible de los buscadores, Google.

Las últimas estadísticas de Experian Hitwise muestran que Bing está teniendo una evolución positiva en sus primeros meses. En octubre ya había alcanzado un 9,57% de cuota de mercado, colocándose como el segundo motor de búsqueda más utilizado en Estados Unidos, por detrás de Google, pero ya por delante del más que conocido Yahoo. Lo que indica que Microsoft quiere echar el resto con Bing, dejando a un lado a Yahoo, con la que firmó un preacuerdo a finales de julio. Pero, a comienzos de noviembre, han decidido pausar las negociaciones. Quizá Microsoft cree que la unión estratégica con Yahoo ya no es tan interesante.

De un modo u otro, Bing ha aprovechado la porción de mercado de otros motores de búsqueda desde su lanzamiento de búsqueda en mayo. Y para reforzar su posición en el mercado, Microsoft quiere dotarla de nuevas herramientas que supongan una auténtica revolución en el mundo de las búsquedas en línea. De ahí que Bing se haya asociado con Wolfram Alpha. De momento, la alianza sólo va a tener efectos en Estados Unidos.

Wolfram Alpha es un “motor de conocimiento computacional”. Este “palabro” se viene a traducir a: las palabras o cuestiones que pongamos en el buscador son respondidas directamente, en vez de mostrarse una lista de enlaces, como hace un motor de búsqueda. Se trata de un invento del físico Stephen Wolfram.
Wolfram Alpha se enfoca a responder las cuestiones directamente, en vez de mostrar una lista de enlaces como hace un motor de búsqueda. Será usado para reforzar los resultados en áreas como nutrición, salud y matemáticas.

La herramienta calcula muchas de las respuestas “al vuelo” mediante el aprovechamiento de los datos tal y como están en las bases de datos públicas y autorizadas.
Wolfram Alpha puede ser utilizado tanto para obtener respuesta a cuestiones sencillas (por ejemplo, la dimensión en metros cuadrados de un país) como para varios conjuntos de datos que produzcan nuevos resultados (el valor de la producción de un país).

El equipo de Wolfram ha señalado que la alianza con Bing permitirá a Microsoft acceder a “miles y miles de algoritmos y trillones de datos” para incluir en los resultados.
Por su parte, Microsoft ha afirmado que los datos nutricionales y de estado físico en Wolfram Alpha podrían ser utilizados aproximadamente por 90 millones de estadounidenses que deciden cada año qué dieta a seguir.

La asociación ha hecho posible ofrecer un API (Interfaz de Programación de Aplicaciones) en octubre.
¿Y qué son los APIs? Pues bien, son una serie de protocolos y herramientas ofrecidas por una empresa que permiten que terceros desarrolladores asociados construyan herramientas y servicios a través de una plataforma.
Los APIs se han incrementado mucho entre las empresas web, tales como Facebook o Twitter, que los utilizan para extender su alcance más allá de su propio sitio web.
Quién sabe si dentro de unos meses, aparte del enlace directo a Google, tenemos que incluir entre nuestros “Favoritos” a Bing. Lo que sí parece seguro es que la nueva herramienta que nos ofrece Wolfram Alpha va a ser un excelente adelanto que facilitará nuestras búsquedas en Internet, en un futuro más o menos próximo. Y esto tendrá también su impacto positivo en las bibliotecas y centros de documentación.

Un saludo cordial.

-Más información sobre la noticia en el artículo publicado en BBC News, con fecha de 12 de noviembre.
-Enlace directo a Wolfram Alpha.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Francisco Ayala nos dejó a los 103 años

Hace unos pocos días, fallecía el último gran representante de la Generación del 27. Francisco Ayala nos dejaba a los 103 años de edad. Y realmente ha sido así, porque hasta sus últimos días conservó una claridad mental que ya muchos quisieran tener a los 60 ó 70 años. Sin duda era una persona prodigiosa, prodigiosamente buena, aparte de excelente escritor que nos ha legado una obra literaria de incalculable valor.

He tenido la curiosidad de saber qué repercusión ha conllevado la muerte de Francisco Ayala en los medios internacionales (he restringido mi búsqueda a los periódicos). He podido comprobar, no sin cierto asombro, cómo el fallecimiento de uno de los escritores españoles más importantes del siglo XX ha pasado prácticamente desapercibido en los principales periódicos de Francia (Le Figaro, Libération, Le Monde, etc.) y de Alemania (Der Spiegel, Bild, etc.). La cuestión de por qué se presta atención a un escritor (o personalidad en general) parece tener su respuesta, posiblemente, en una mezcla de afinidad con la persona y de azar. De otro modo no llego a entender cómo la noticia no haya tenido reflejo en los medios de Centro Europa y, en cambio, haya sido bien atendida en los medios anglosajones. Quizá la estancia de Francisco Ayala en Estados Unidos, incluyendo años de docencia en varias universidades, sea parte de la explicación. Como prueba de ello, os dejo con algunos enlaces a la noticia en diversos periódicos en línea:
Un saludo cordial.

lunes, 2 de noviembre de 2009

¿Vooks? ... esto es otra cosa

Esta vez os voy a dejar con un artículo que nos habla de una nueva opción de entretenimiento que dentro de poco tendremos en nuestros comercios, y que yo me resisto a llamar libros. Porque creo que no lo son. Al menos lo que, desde siempre, hemos conocido como libros. Son otra cosa. Por eso los llaman “vooks”. Espero que os guste el texto. Saludos.

Desde hace más de 500 años, el libro ha sido un formato estable: una coherente cadena de palabras conectadas, impresa en papel y protegida por una cubierta.
Pero en la era de iPhone, Kindle y Youtube, la noción del libro es cada vez más flexible ya que los editores mezclan los textos con vídeos y sitios web, en una lucha por mantener a los lectores interesados en un formato arcaico de entretenimiento.

Por ejemplo, el jueves Simon & Schuster, el editor de Ernest Hemingway y Stephen King, está trabajando con un socio multimedia para sacar a la venta cuatro “vooks”, que intercalan vídeos a lo largo de todo el texto electrónico, que puede ser leído –y visionado- en línea o por iPhone o por iPod Touch.
Y, a principios de septiembre, Anthony E. Zuiker, creador de la serie televisiva “CSI”, publicó “Level 26: Dark origins”, una novela editada en papel, así como en libro electrónico y en versión de audio, a la que los lectores están invitados a inscribirse en un sitio web para ver breves vídeos que tratan el corazón de la trama.

Algunos editores comentan que este tipo de híbridos multimedia es necesario para atraer a los nuevos lectores, que piden algo diferente. Pero la cuestión que los lectores expertos se plantean es si los nuevos parámetros del libro degradan el acto de leer.
“La cuestión no es que estos nuevos medios tiendan a ser más atractivos para enganchar e interesar al lector” afirmó Maryanne Wolf, profesora del desarrollo infantil de la universidad de Tuft y autora de “Proust and the Squid: el relato y la ciencia de la mente lectora”. Pero añadió, “¿puede cualquiera leer a Henry James o George Eliot? ¿Tiene usted suficiente paciencia?

Es obvio que la tecnología ha cambiado el mundo literario con los libros electrónicos. El pasado año, dispositivos como Kindle de Amazon y Reader de Sony ganaron mucha popularidad. Pero las ediciones digitales aparecidas en estos aparatos mantienen su confianza en la idea tradicional de libro, utilizando palabras –y, a veces, imágenes- para contar una historia o explicar una materia.
Los nuevos híbridos van mucho más allá. En unos de los “vooks” de Simon & Schuster, una obra sobre fitness y dieta, los lectores pueden pinchar en los vídeos que les muestran cómo realizar los ejercicios. Otro hermoso libro contiene vídeos que demuestran cómo hacer en casa lociones para el cuidado de la piel.

No sólo se está llevando el movimiento a los libros. Simon & Schuster también está lanzando a la venta dos novelas digitales que combinan el texto con vídeos de un minuto a 90 segundos de duración que complementan –y en algunos casos adelantan- la secuencia del relato.
En “Embassy”, un breve relato de intriga que trata de un secuestro, escrito por Richard Doetsch, un vídeo parecido a un noticiario revela que la víctima es la hija del alcalde, sustituyendo algunas partes del texto original.
“Todo el mundo está intentando hallar el modo de que los libros y la información estén lo mejor posicionados posible en el siglo XXI”, afirmó Judith Curr, editora de Atria Books, la firma de Simon & Schuster que está publicando las ediciones electrónicas en colaboración con Vook, una compañía multimedia. Ella añadió, “ya no puedes limitarte a ser lineal con tu texto”.
En algunos casos, las tecnologías de redes sociales están posibilitando conversaciones entre los lectores que influirán en cómo se escribirán los libros.
La división infantil de HarperCollins ha publicado recientemente su primera serie de misterio para el público joven-adulto llamada “The Amanda Proyect”, y ha invitado a los lectores a discutir las pistas y los personajes. Cuando continúe la serie, los comentarios de algún lector pueden ser incorporados como personaje menor o como una trama secundaria.
Susan Katz, editora de la sección infantil de HarperCollins, predijo que “esto va a ser un tipo popular de literatura donde el autor es visto como el líder de un amplio grupo, que elegirá y seleccionará entre las sugerencias” de los lectores.

Bradley J. Inman, jefe ejecutivo de Vook, dijo que los lectores que vieron los prototipos de “The 90-Second Fitness Solution” de Pete Cerqua o “Return to beauty” de Narine Nikogosian “instintivamente vieron los beneficios de la incorporación de fragmentos de vídeo a los libros.

Jude Deveraux, una popular autora de novela romántica que ha escrito 36 obras, dijo que estuvo encantada de probar “Promises”, un exclusivo vook que sitúa la trama en una plantación de Carolina del Sur, en el siglo XIX, e integra vídeos que añaden fragmentos conversaciones y aportan atmósfera.
La señora Deveraux dijo que había visionado nuevas versiones de libros mejoradas con música e incluso con perfume. “Me gustaría utilizar todos los sentidos”, afirmó.

Brian Tart, editor de Dutton, una marca de Penguin Group USA, que puso a la venta “Level 26”, dijo que quería que el texto del libro se defendiese por sí mismo, pero la cultura actual pedía reformular el formato. “Como todo el mundo, observas que la gente ve estos vídeos de tres minutos de You Tube y utiliza las redes sociales”, dijo el señor Tart. “Y aquí tenemos una oportunidad para captar a más gente que podían haber pensado que ellos ya pertenecían al nuevo mundo mediático”.
Los lectores de “Level 26”, que han escrito el señor Zuiker y Duane Swierczynski, han dispuesto de una proposición variada que el editor está vendiendo como “novela digital”.
“Realmente hace que la historia sea más real al conocer cómo son los personajes” comentó Fred L. Gronwall en una entrevista en Amazon.com. “En gran medida, los vídeos aportan experiencias al libro”.
Pero otro crítico, que firmó como Rj Granados, escribió “¿De veras piensas que unas viñetas de vídeo sin valor mejorarán el libro?

Algunos autores creen que las nuevas tecnologías pueden enriquecer los libros. Para su historia de las canciones callejeras del siglo XVIII francés, Robert Darnton, director de la biblioteca de la universidad de Harvard, incluirá enlaces a grabaciones de canciones actuales.
Pero el señor Darnton, autor de “The Case for Books: Past, Present and Future”, llamó la atención sobre el cambio que está viviendo la lectura, y no necesariamente para mejor. “Creo que podemos ver ya con preocupación la pérdida de un cierto tipo de lectura prolongada”.
El señor Doetsch, autor de “Embassy”, afirmó que las nuevas ediciones no deberían reemplazar al libro tradicional. Ha escrito una novela que se publicará próximamente, “The 13th hour” que piensa que es demasiado extensa para añadirle extras de vídeo. Las nuevas ediciones son “como meter una novela en una piscina cinemática, luego sacarlas de ella y extraer las mejores partes”.

Algunos autores bromean con la idea de mezclar los medios. Walter Mosley, autor de “Devil in a blue dress”, es uno de ellos. “Leer es una de las pocas experiencias que hacemos fuera de las relaciones sociales y que hace que nuestras capacidades cognoscitivas mejoren. Y, actualmente, nuestras capacidades cognoscitivas decaen cuando vemos la televisión o pasamos el tiempo delante del ordenador.

Nota1: el artículo original, escrito por Motoko Rich, fue publicado en la versión en línea de The New York Times el 30 de septiembre.
Nota2: este artículo lo he encontrado gracias a LISNews.